Fácil y rápido. Perfecto para los que no tienen mucha soltura en la cocina, para esas cenas improvisadas de útlima hora o para una tarde en casa con un toque dulce.
Foto: Miss Lacraft |
Ingredientes:
- 1 lámina de hojaldre redondo (yo he utilizado la marca La cocinera)
- 1 manzana Reineta hermosa
- 1 cucharada de mantequilla derretida
- Azúcar moreno
Preparación:
Extendemos la lámina de hojaldre sobre un molde bajo de cristal (se ve el que he utilizado en la imagen), previamente untado con un poco de mantequilla para que no se pegue. Los extremos de la lámina tapan el borde del molde.
Pinchamos muchas veces (a modo de asesino de película de muuucho miedo) la base del hojaldre para que no suba. La gracia de esta tartina es que quede muy finita, de ahí que la llame tartina y no tarta cremosa y merengosa.
Pelamos la manzana y la cortamos a la mitad, cada mitad en dos y hacemos "gajos" muy finos. Los colocamos sobre el hojaldre. Empezamos por el borde del molde en círculo y cubrimos la base, haciendo círculos concéntricos con los gajos de manzana. Los gajos montan unos sobre otros ligeramente para que no se vea la base.
Derretimos en el microondas la mantequilla. Pincelamos con ayuda de una brocha de silicona toda la manzana. Añadimos azúcar moreno espolvoreado. Es importante que no queden "pegotes". Yo utilizo un soporte de té metálico, lo relleno con azúcar y espolvoreo sobre la manzana.
Calentamos el horno a 180º e introducimos el molde desde el principio para que la manzana se vaya asando. Cuando veáis que está blanda, subimos la temperatura a 200º para que termine de dorarse el borde del hojaldre (que se hinchará como una pizza).
Dejamos enfriar y servimos con una bola de helado de vainilla y unas pasas por encima. Los frutos secos le sientan divinamente a esta tartina (puedes añadir nueces por encima también o sobre la bola de helado).
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