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30 de marzo de 2015

Tarta de chocolate con cerveza negra Guiness

Junto con el carrot cake y el tartín de manzana es uno de mis pasteles preferidos para las celebraciones. La primera vez que leí que llevaba cerveza me sorprendió. Tenía que probarlo. Y desde entonces suelo tener un botellín de cerveza negra Guiness por si me apetece hacerla.

Foto: Miss Lacraft


Se trata de un bizcocho húmedo con sabor a chocolate. La cerveza le quita el dulzor del chocolatazo y la mezcla de sabores es perfecta (y apta para peques porque durante la preparación se evapora el alcohol de la cerveza). Por encima, una capa de frosting de queso, que también se puede añadir en una capa interior, abriendo el bizcocho por la mitad.

Algunas recetas optan por una cobertura en crema de nata, azúcar y queso, sin embargo a mí me encanta el sabor de este frosting que no lleva nata y sí chocolate blanco.



Y la apariencia simula una cerveza negra, tirada con su espuma. ¿Os apetece un sorbo?


Ingredientes para el bizcocho:
 
– 250 gr. de harina de repostería
– 75 gr. de cacao puro en polvo (Valor)
– 400 gr. de azúcar
– 2 ½ cucharaditas de bicarbonato
– 250 ml. de cerveza negra Guinness a temperatura ambiente
– 250 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
– 140 gr. de nata líquida para montar (35% m.g.)
– 2 huevos
– 1 cucharadita de vainilla líquida

Ingredientes para el frosting: 

– 25 gr. de azúcar
– 40 gr. de chocolate blanco en trozos
– 25 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
– 150 gr. de queso cremoso (tipo Philadelphia)
– 20 gr. de zumo de naranja

Preparación en Thermomix: 

Echamos en el vaso la harina, el cacao, el azúcar y el bicarbonato. Mezclamos durante 20 segundos, a velocidad 6. Reservamos en un bol.

Añadimos al vaso la cerveza y la mantequilla partida en trozos pequeños y a temperatura ambiente. Programamos 4 minutos, temperatura 50º y velocidad 2.

Añadimos la nata, los huevos y la vainilla. Programamos 30 segundos, velocidad 3.

Incorporamos la mezcla de ingredientes secos y mezclamos durante 20 segundos, a velocidad 3½. Terminamos de mezclar con la espátula. Quedará una masa más suave/líquida que la de otros bizcochos, es así. 

Precalentamos el horno a 180º. Vertemos la masa en un molde de 22-23 cm de diámetro, previamente engrasado, y horneamos durante 50-60 minutos, a 180º. Antes de sacarlo, lo pinchamos con una brocheta para comprobar que está hecho. Desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.

Preparación sin robot de cocina:

Mezclamos con varillas la harina, el cacao, el azúcar y el bicarbonato. Que quede una mezcla homogénea. Reservamos.

A continuación, en un cazo, echamos la cerveza y la mantequilla partida en trozos pequeños y a temperatura ambiente. Calentamos a fuego bajo durante 8-10 minutos para que el alcohol se evapore.

Echamos la mezcla del cazo en un cuenco y añadimos la nata, los huevos y la vainilla. Mezclamos con las varillas para que se integren todos los ingredientes. Incorporamos la mezcla de los ingredientes secos que tenemos reservada y mezclamos de nuevo con la varilla (o el accesorio de varillas de la batidora).

Precalentamos el horno a 180º. Vertemos la masa en un molde de 22-23 cm de diámetro, previamente engrasado, y horneamos durante 50-60 minutos, a 180º. Antes de sacarlo, lo pinchamos con una brocheta para comprobar que está hecho. Desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.

Para el frosting de queso, preparación en Thermomix:

Echamos el azúcar en el vaso y pulverizamos durante 10 segundos a velocidad progresiva 5-7-10. Reservamos.

Echamos en el vaso el chocolate blanco en trozos y programamos 8 segundos, a velocidad 8.

Agregamos la mantequilla (previamente la metemos unos segundos en el microondas para que esté blanda) y programamos 1 minuto, temperatura 50º y velocidad 3. Comprobamos que el chocolate se ha derretido, si no es así, programamos 30 segundos más a la misma temperatura y velocidad.
Añadimos el queso, el zumo de naranja y el azúcar reservado. Programamos 30 segundos, a velocidad 3.

 Para el frosting de queso, preparación sin robot de cocina: 

Necesitamos batir el azúcar para convertirlo en glas y que no se noten los granos en la crema. Cuando lo tengamos, reservamos.

Echamos el chocolate blanco en trozos y triuturamos en el vaso batidor. Una vez troceado, pasamos a un cazo, agregamos la mantequilla (previamente la metemos unos segundos en el microondas para que esté blanda) y calentamos a fuego medio hasta que el chocolate se derrita. 

Pasamos la mezcla a un recipiente, añadimos el queso, el zumo de naranja y el azúcar reservado y mezclamos bien con varillas.

https://sites.google.com/site/misslacraft/tarta-de-chocolate-guinness








DIY cesta de fieltro para cojines, revistas o mantas

Un fin de semana soleado, un adelanto de la tan deseada primavera y de nuevo lunes. Pero es un lunes de Semana Santa, para muchos, ¡vacaciones! Así que os dejo este proyecto DIY para el tiempo libre o para la vuelta.

Foto: Miss Lacraft


Con un trozo de fieltro grueso, por ejemplo en Fieltros Olleros, y poco más he dado forma a un cesto para guardar los cojines o las mantitas. También puede inspiraros para organizar los juguetes de los peques o colocar el interior de un armario. Yo lo tengo en un esquinita del salón con cojines y mantas, siempre a mano.

Podéis realizar este paso a paso con ayuda de una máquina de coser (si vuestro modelo "coge" dos capas de fieltro grueso) o a mano con puntadas cortas y muy juntas. Yo he utilizado un hilo del mismo tono que el fieltro pero podéis usar colores diferentes y que la costura destaque.


Paso a paso:


Con ayuda de una regla, marca con tiza sobre el fieltro la figura (como una cruz) de la medida que ves en la imagen. Recorta (por el grosor del fieltro es algo costoso. Utiliza una tijera fuerte). En dos de los laterales (enfrenteados) recorta un óvalo (utiliza una platilla para que queden iguales), que hará las veces de asa. Lo primero es realizar la costura alrededor del asa, antes de montar la cesta. Una vez realizada, sube las caras y fíjalas con alfileres para comprobar que todo casa. Después realiza las costuras.


Y para el adorno colgante, por darle un toque de color, unas bolas de madera y algo de pintura. Pinta las bolas a tu antojo, deja secar y aplica una capa de barniz o cera para proteger los colores. Engarza en un trozo de cordel, remata con un nudo a la altura que quieras que quede una de las bolas y en el extremo final en otra. Después, cuelga del asa del cesto.







27 de marzo de 2015

Porque no todos los cupcakes son cursis

Porque hay verdaderas obras de arte que huyen del rosa, de las flores y las perlitas. Que son muy bonitos, pero hay que reconocer que algo cursis. Y como son los que tendemos a ver, he preparado una dulce selección de cupcakes originales que huyen del pink concept.

Visto en cupcake.net
 Cupcake, ese pequeño pastelito tipo magadalena (que no es igual, la masa del cupcake es más esponjosa) pero con una cobertura decorativa, por lo general, cremosa. Son lo más in en las celebraciones, aparecieron en nuestras pastelerías hace unos años y está claro que llegaron de fuera (de Estados Unidos) para quedarse.

Me gusta verlos, ¿pero comerlos? Pues depende. No es que sean especialmente lo más saludable y sano del recetario mediterráneo (no son ni mediterráneos, para empezar), pero hay diferencias entre los más dulzones (o cutres) que son bombas calóricas y los más sonotes (aptos para darse un capricho), que aligeran la materia grasa y el azúcar un 25% respecto a las recetas americanas. Eso sí, llevan colorantes, aunque también los hay de diferente calidad.

Llevan harina, azúcar, levadura, huevos, mantequilla y leche, en diferentes cantidades según recetas. Se añade chocolate, cacao en polvo, fruta, zanahoria, calabaza galleta, frutos secos… Se mezclan los ingredienes y se hornean en moldes como los de las magdalenas. A partir de ahí, ¡a decorar! Creatividad al poder.

Visto en mundodiversal.es

Visto en blogmegasilvita.com

Visto en decopeques.com

Visto en ohdulcescupcakes.com


Visto en beevoz.com

Visto en thewoot.com.au










25 de marzo de 2015

Trucos para hacer una buena tortilla de patata

La cocinilla que llevo dentro no ha podido resistirse a escribir este post después de que no haya sido ni una ni dos ni tres sino algunas más las personas que me han dicho que no son capaces de hacer una rica tortilla de patata.
 

Foto: Miss Lacraft


Recuerdo un viaje a Alemania de niña a visitar a unos amigos de mis padres. La mujer alemana de uno de ellos solo hizo una petición a mi madre en lo que a mí me pareció su español bien chupurreado: "¿me podrías dar la receta de la tortilla de patata?" Mi madre ni corta ni perezosa se la dio con todo lujo de detalles, ellas se apañaron en el lenguaje universal que es el de los gestos con ayuda de alguna traducción simultánea de los que allí estaban como espectadores de esa clase de cocina improvisada.

A aquella alemana le parecía misión imposible. ¡Y eso de dar la vuelta! Milagro (que cayera la tortilla de nuevo dentro de la sartén). Pero no es la única que me ha dicho que no logra hacerse con la tortilla.

Y yo estoy dispuesta a que este manjar tan nuestro (tortilla de patata alias tortilla española) no sea delicatessen exclusiva de algunos sino que cualquiera pueda hacerla y pierda miedo.

Voy a daros unos trucos para que a nadie se le resista una buena tortilla. Aquí os los dejo resumidos y para los que queráis hacer un máster, a continuación el procedimiento explicado paso a paso.

Trucos fundamentales:


 Procedimiento: 

Elegimos 4-5 patatas medianas, las pelamos, lavamos y cortamos en rodajas muy finitas (¡TRUCO!). Yo lo hago con mandolina siempre que la tengo a mano. Gano tiempo, me salen muy finitas y mis dedos están más a salvo. Reservamos en un bol.

Cortamos la cebolla en juliana fina, muy picadita (¡TRUCO!). No puede faltar cebolla (hace que quede más melosa y sabrosa). Para esa cantidad de patatas, 3/4 de una cebolla mediana. (¡TRUCO!)

Echamos aceite de oliva a una sartén. Hay que ser generosos. Que no flote la patata en un mar de aceite pero nada de quedarse corto. A la hora de hacer una tortilla hay que dejar a un lado el tema engorde o no engorde. Necesita aceite. Calentamos a fuego medio-alto.

Cuando esté listo, añadimos las patatas reservadas, sal y la cebolla picada. Todo junto. A partir de aquí, se trata de echarle paciencia y remover con frecuencia para que toda la patata se haga por igual. Debes mantener el fuego medio-alto, sin que llegue a freir en exceso la patata ni tan flojo que se cueza sin más. Las vas moviendo con ayuda de una espátula/espumadera hasta que vayas viendo cómo cambia el color de la patata. A mí me gusta que haya partes incluso más tostadas. Cuando empieza a estar blandita la patata, con la espátula debes ir machacando la patata, haciéndola trocitos, para que todas las patatas se conviertan en una pasta de patata, con trocitos irregulares. No dejes de remover.

Si vieras que en este proceso ha chupado el aceite, añade un chorro más.

Cuando la patata esté blandita blandita (¡TRUCO! no tengas prisa), bate los huevos. ¡Ay los huevos! Alguna tortilla me he tomado (intomable) que llevaba dos huevos para seis patatas. ¿Qué es eso? No señor, no. La tortilla necesita huevos. ¡Échale huevos! Para las cantidades que manejamos, 5-6 huevos según tamaño. Los batimos bien batidos en un bol con un poco de sal y añadimos la patata de la sarten ya blandita con su cebolla. Escurrimos bien con la espumadera para no añadir el aceite al huevo. Y mezclamos (¡TRUCO!), mezclamos bien con un tenedor para que la patata y el huevo liguen. No puede quedar seca la patata, tiene que verse el huevo.



Retiramos un poco de aceite de la sartén en la que hemos hecho la patata. Para darle forma solo necesitamos un poquito para que no se pegue. Y bajamos el fuego. Le damos forma con el fuego medio-bajo.

Añadimos la mezcla del bol del huevo y la patata, extendemos bien e igualamos la superficie con la espátula y volvemos a esperar. Esta quizá sea la parte más difícil para los que no tienen maña en la cocina: ¿cuánto tiempo tengo que esperar para darle la vuelta? Buena pregunta porque eso se va cogiendo, pero os diré que 3-4 minutos por lo menos. Es preferible que "mareéis" la tortilla (que le deis la vuelta y si está crudita la volváis a echar a la sartén) a que le deis la vuelta y tengáis una galleta negra.

Así que cuando creáis que está (podéis separar levemente y con cuidado el borde de la tortilla para ver un poquito el color que tiene), cogéis un plato más grande que el diámetro de la sarén, lo ponéis sobre la sartén y con decisión, sin miedo, le dais la vuelta. Utilizad siempre un plato más grande que la sartén. Yo prefiero incluso usar una tapa de cacerola o de las especiales para tortilla que tienen un agarrador. Me da seguridad. (¡TRUCO!) Además, yo suelo inclinar ligeramente la tapa hacia el lado contrario a donde estoy para que si escurre aceite no me queme.



Y en este punto, casi superada la prueba de fuego, cuando tenéis la tortilla en la tapa (quiere decir que no ha ido al suelo en la vuelta mortal), volvéis a echarla a la sartén (sin necesidad de incorporar aceite) para que se haga la cara que ha quedado pegada a la tapa (la que está sin cuajar aún). Nada más echarla con mimo, despacio, dejando que se deslice por la tapa, con una espátula "colocamos" los bordes para que queden cerraditos y redondeados (fijaos en la foto). (¡TRUCO!)

Esperas unos 3-4 minutos de nuevo y la sacas a un plato. ¡Lista! Aquí es donde os decía que si al sacarla veis que está crudita, pues vuelta a la sartén. Según el gusto y lo cuajada que queráis comerla. Si aplastas ligeramente con la espátula y está muy blanda, déjala un poco más a fuego bajo. Una vez fuera del fuego, siempre cuaja un poquito más. 

Es importante que utilices una buena sartén para hacer tu tortilla, que esté en buen estado para que no se pegue y que el tamaño sea el apropiado para el fuego porque sino se hará más por unas zonas que por otras. 


Como para gustos las tortillas (con cebolla y sin cebolla, compacta o que "llore" huevo, con patatitas churruscaditas o blanquita, con las patatas muy machadas o enteras…) es cuestión de adaptar a los gustos y probar. Pero hay trucos de los que os he dado que seguro podéis incorporar a vuestra tortilla.


Tengo una versión rápida y limpia, bastante decente y comestible para unas prisas, nunca como la original tortilla de patata, pero… es la versión patata en micro. Cortamos la patata igual y la cebolla pero la colocamos en una fuente de cristal con un chorrito de agua, un buen chorro de aceite y sal. Y cocemos en el micro a máxima potencia (mi micro tiene 750) durante 8 minutos. Sacamos, removemos, si están secas añadimos otro chorro de aceite y volvemos a meter otros 8 minutos. Hay que comprobar el punto de la patata. De nuevo es importante que esté muy blandita y la machamos también en la fuente con la espátula. Después solo hay que batir los huevos, añadir las patatas, mover y cuajar, como hemos visto.





23 de marzo de 2015

Bocaditos gourmet en Alcalá de Henares

¡Ya es primavera! Y con ella -esperemos- que llegue el buen tiempo, los días soleados, los pajarillos cantando y las ganas de conquistar las calles. ¿Qué calles? Por ejemplo, las de una ciudad Patrimonio de la Humanidad: Alcalá de Henares.

¡Qué hambre dan los paseos! Es mover las piernas y se abre el apetito. Alcalá es el lugar perfecto para tapear. Con el buen tiempo las tabernitas y locales que sacan sus mesas a la calle son innumerables, los verás allá por donde vayas, sobre todo, en la calle peatonal Mayor (la de los soportales y la casa de Cervantes) y los alrededores de la Plaza Cervantes. Yo me decanto por las terrazas más cercanas a la placita que queda delante de la Universidad. Da gusto tomarse el aperitivo en este rinconcito alcalaíno.

Pero después de ese aperitivo quiero porponeros algunos restaurantes especiales con propuestas gastro deliciosas y locales con un ambiente único, cada uno en su estilo. Es el otro Alcalá de Henares.

Por un lado, un pedacito del norte: la taberna La Mar Salada (http://marsalada.es), con su cocinero Albano Gómez al frente. Creatividad y saber culinario para degustar los mejores pescados de la temporada como las rabas de calamar al estilo de Santander y las anchoas de Santoña. No dejéis de probar las croquetas de chipirón en su tinta. Me gusta por ser un lugar de picoteo divertido, con una variada barra de pintxos al más puro estilo del norte.





Atentos a su web, encontraréis información de un evento muy interesante: el primer restaurante pop up de Alcalá de Henares, posible gracias al chef de La Mar Salada y al hotel Evenia Alcalá.

Un restaurante con sabor italiano en un ambinete cercano, familiar y acogedor: Francesco`s (www.francescospizza.es). 





No penséis que solo de pizza se alimenta el hombre en este local. Sus raviolis de burrata con caldo de boletus y aceite de trufa son una opción gourmet deliciosa o, para los más tradicionales, raviolis negros de bacalao con salsa de pimiento del piquillo. De entre las pizzas, mi recomendación: aspagari gorgonzola (crema suave de gorgonzola, trigeros y beicon).

Y para los más tradicionales; Sacha's Omelette (Vía Complutense, 32), un clásico entre los clásicos, la tortillería española. ¿Qué se come? Tortilla de patata, su especialidad, cocinada con patata kennebec de Betanzos, aceite virgen de Baena y su chorrito de caldo de gallina con verduras y grelos y una seña de chorizo. Hay que probarla. 

Y de postre o para el café de media tarde, una visita a Bambi (calle Mayor, 3), una pastelería delicada, con dulces caseros para llevar y tomar allí, en un ambiente con cierto aire vintage chic.

Ya podéis ir preparando vuestra escapada con la seguridad de que no pasaréis hambre.


18 de marzo de 2015

Verde mint que te quiero verde mint

"Verde que te quiero verde. 
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña".

Le tomo prestada esta estrofa del Romance Sonámbulo, de Federico García Lorca, para empezar este post sobre el verde. Un verde de moda que me ha ido encandilando poco a poco: versión VERDE MINT. 

A las puertas de la primavera, el cuerpo me pide más que nunca alegría y notas de color. De hecho, una de mis manualidades pendientes tienen que ver con esta variedad de verde. Así que dentro de poco mi casa también tendrá este alegre toque. 

Aunque tu casa tenga otras tonalidades, en decoración puedes introducir notas concretas: un mueble, una lámpara, una silla… y combinar con un par de jarrones en los mismos colores y ¡listo! Un nuevo aire. 

Atrévete a pintar algún objeto de los que no te convencen. Una mesa, una lámpara o un marco son perfectos para aplicar una mano de pintura a la tiza en esta tonalidad. 

¿Dónde ponemos el toque verde mint?

Mueblesverge.com

Mueblesverge.com

 







16 de marzo de 2015

Urban knitting: punto a punto en la calle

No es la primera vez que me encuentro en la calle con una columna abrigada con una funda de punto o una barandilla decorada con aplicaciones en croché. El urban knitting es una corriente divertida de las tejedoras, que decoran las calles con croché o punto. Ya lo he visto en vivo y en directo en algunas ciudades europeas y este fin de semana me lo he encontrado en Logroño (La Rioja) y me ha inspirado para mostraros unas ideas.

Para algunos es una nueva forma de arte urbano, para mí es simplemente una expresión de la creatividad colorista, simpática y poco invasiva (comparado con otras formas de expresión urbana como el grafiti). También se conoce como yarnbombing, un movimiento que reivindica que la actividad de tejer o hacer ganchillo son juveniles. Su punto de partida se sitúa en Holanda.  Actualmente cobra fuerza en muchas ciudades.

Vamos punto por punto =)

Una calle cualquiera en Logroño, un día de invierno y una temática en croché muy apropiada: flores y uvas.




Postes bien vestidos.


Visto en Cosasquevoyaechardemenosdemadrid.worpress.com

Sobre dos ruedas.
Visto en Pinkiyoutube.blogspot.com
 
Llamar desde esta cabina es como mantener una conversación con una amiga en un sofá, debajo de la mantita.

Visto en Ganchitosipepsiboom.com


Otro tipo de jardín vertical.
Visto en Que.es
Patchwork en el parque.

 

Me quiere, no me quiere.


Un arco iris terrestre que casi alcanza el cielo.
Visto en Loladerek.es






11 de marzo de 2015

Damajuanas do it yourself

Recuerdo la primera vez que escuché lo de "damajuana". ¡A cuadros me quedé! ¿Qué? ¿Dama-qué? Le pregunté rápidamente al sr. Google: "dícese de una garrafa de vidrio". Acabáramos. Pero si en casa de mi abuela había. Y en los pueblos están por todas partes. Normalmente de color azul verdoso suave, estaban recubiertas de una especie de carcasa o funda de mimbre.

Están de moda. Así que toca recuperar una, liberarla de su funda y dejar el cristal a la vista.

Puede que esté algo sucia del tiempo. Por fuera es fácil limpiarla con agua caliente y jabón. Pero ¿y por dentro? No cabe la mano ni un cepillo. Vamos paso a paso. Necesitamos agua, vinagre y cáscaras de huevo o granos de arroz. Vaciamos media botella o una entera de vinagre en la damajuana y rellenamos con agua templada/caliente. Debes dejarla reposar horas para que haga efecto. Si está muy sucia, vaciamos y repetimos el proceso. Retiramos casi todo el líquido. Dejamos una pequeña cantidad, añadimos cáscara de hueco o los granos de arroz. Y movemos enérgicamente de manera que arrastre la suciedad y conseguir así limpiar las paredes de la damajuana por dentro (a modo de estropajo). Y aclaramos varias veces para eliminar el olor a vinagre.

Ya la tenemos limpita y reluciente, lista para ponernos manos a la obra. Incorpora la tuya a la decoración. Las puedes encontrar nuevecitas en http://kenayhome.com

Visto en Pinterest
Coloca una tira de cinta de carrocero alrededor de la garrafa y pinta la mitad de la damajuana con pintura a la tiza, tipo Chalk Paint. www.chalkpaint.es Del cuello, cuelga un adorno.

Visto en Pinterest

Convertidas en lámparas colgantes. Fundamental: fijar bien el casquillo y el cable para evitar que se caiga ya que pesan mucho las damajuanas. Como lámpara de mesa evitas el problema del peso del vidrio. La de la derecha está abierta por la base a modo de pantalla, para ello necesitas una herramienta específica con punta de diamante. El casquillo y el cable se compra en una ferretería, sin embargo, hacer el agujero es más laborioso.

Izquierda: visto en Bohemian and Chic. Derecha: visto en Really Nice Things
También puedes crear una composición artística: damajuanas del techo con cable de acero a diferentes alturas. 
Izquierda: visto en Really Nice Things. Derecha: visto en Bohemian and Chic.

Decorativo y práctico: utilízalas como soporte para tu bisturería.

Visto en el blog de Neutradecor
Y simlemente decorativas, ¡lúcelas! Con flores o unas ramas secas. Ideales con ramas de eucalipto (las de hojitas verdes de la imagen), al natural es una variedad que seca muy bien y se mantiene como si estuviera freca. Si las prefieres artificiales, las encontrarás en Sia.

Visto en Pinterest
Como tope para libros o para sujetar letras decorativas.
Visto en Pinterest